sábado, 2 de agosto de 2014

6º Capítulo: Tomándome mi tiempo. " La Dama de las Mariposas"

Dicen que el tiempo todo lo cura y pone las cosas en su sitio. No creo que lo pueda curar todo, pero si poner las cosas en su sitio.
Y yo digo que a veces los árboles no te dejan ver el bosque. Por lo que me he tomado mi tiempo para escalar hasta lo alto de una montaña y tener una panorámica más amplia.
El camino es duro y cansado y no lo puedes hacer con mucha carga pesada que te impide avanzar. Por lo que debes ir descargando por el camino para poder seguir adelante. Si miras demasiado atrás y vuelves recoges e intentas seguir con la carga porque te cuesta despegarte, al final llegas a la conclusión de que no puedes cargar tanto o te quedarás en el camino en medio de ninguna parte.

Decidí ir soltando lastre. A medida que iba soltando me sentía más ligera y veía que avanzaba. A veces el agotamiento me retiene y necesito descanso. Pero mi vista está fija en la cima de la montaña y se a donde quiero ir. Es bueno por fin tener las cosas claras.

Tomar decisiones a veces es duro y duele, pero es necesario. Será que conservo bien apegado el instinto de supervivencia aunque lo haya tenido aletargado por un tiempo.

Soy tan impulsiva como reflexiva. Lo malo es que cuando me impulso voy con demasiada velocidad porque he estado tanto tiempo en la pista de salida, con tanta paciencia..... que cuando yo sola me doy el pistoletazo de salida me temo.

Por eso durante muchos días mis capítulos no han salido de mi mente. Se han quedado uno tras otro para no publicar todo lo que he sentido y me lo he guardado para mi prudentemente.
Hay cosas que solo se deben quedar en la mente de uno sin repartirlas, la edad y la experiencia te dicen que eso es lo aconsejable.

Llevo más de un mes sin escribir. Hoy es un buen día y un buen momento.

Cuando comencé mi idea era un viaje por el tiempo mezclado con la realidad diaria. Pero esa realidad diaria es privada.

Mi madre y yo somos muy diferentes, coincidimos en algunas cosas porque es la ley de la genética. Pero en ese cóctel caprichoso que son los genes de cada uno que heredamos de aquí y de allá, mi padre puso la mayor parte de los ingredientes, y a medida que pasan los años más me parezco a él. De lo cual estoy orgullosísima, dicho sea de paso.

Dos de las cosas que he heredado de mi padre son, y por este orden: un gran corazón lleno de ternura protegido con una armadura en ocasiones, y una mala leche que no permite que nadie me maneje ni me manipule. ¡¡¡GRACIAS PAPÁ!!!

Por eso todo el mundo tiene esa imagen de que somos fuertes ( me cuesta hablar de mi padre en pasado, siempre lo siento vivo a mi lado en mi mente y mi corazón). Lo malo es que se olvidan muchas veces que detrás de esa fuerza está una sensibilidad a flor de piel y que las cosas nos duelen y nos hacen mucho daño. Que no somos de piedra y que sentimos igual que los demás con sus problemas, aunque llevemos una sonrisa pintada en la cara.

Por esa diferencia de caracteres sumada a la educación percibida por mis abuelos, que nada tiene que ver con el trato y complicidad que se tiene hoy con los hijos, ya que hasta a los padres se les llamaba de usted. Cosa que desde que tuve uso de razón no entendí ni admití.
Desde que empecé ha hablar tuteaba a mis abuelos, vivíamos en la misma casa en Barcelona. Mi hermano me corregía y me decía que los llamara de usted. Y yo le respondía.

.- ¿Cómo voy a llamar de usted a mis abuelos sin son mi familia y de tu a desconocidos de la calle?

Yo tendría unos cuatro años más o menos y le pregunté a mi abuelo delante de mi hermano.

.- ¿Yayu, a ti te molesta que te diga de tu? Yo le digo a mi hermano que eres mi abuelo, que porque te va a molestar que te diga de tu. ¡¡¡Ni que fuéramos dos extraños!!!

Me miró sorprendido por la pregunta. Tal vez ni se lo había planteado nunca, pero me respondió al pensárselo.

.- No me molesta, me puedes llamar de tu.

._ Ves Santy, no te lo decía yo. Es nuestro abuelo el Yayu, por qué le vas a decir de usted, no lo entiendo, ni mamá tampoco, son sus padres.

Y me fui a interrogarla a ella a ver porque los llamaba de usted. Otra sorprendida, que me hablo que si el respeto y tal y tal....
Yo escuché pero tampoco estuve de acuerdo y le dije.

.- Yo lo respeto igual pero como lo quiero  le digo de tu. Es mi abuelo. De usted le digo a las personas mayores de la calle.

Tal vez esa fue nuestra primera conversación seria con mi madre, al menos que yo recuerde.
A ella nunca le dieron esa confianza de conversaciones de hija a padres, ni por separado, ni juntos. Por lo que ella, que es una persona no muy habladora ( todo lo contrario a mi) tampoco lo practicó conmigo y yo lo he echado mucho de menos toda la vida.

Muchas veces he necesitado de su apoyo y no hemos tenido ese punto de encuentro, por eso me independicé a los 16 años y cumplí los 17 fuera de casa. Pero mi unión a la familia puede más que cualquier otra diferencia. Siempre he sabido que mi madre me quiere, no importa que ella lo demuestre de diferente forma que yo, cada uno es como es.

He tenido tiempo para pensar, más de tres meses desde que no puedo ir a trabajar. Mucho tiempo para alguien que trabaja con el coco.
Por mi cabeza han pasado muchos recuerdos de mi vida mezclándose con sentimientos.
He tenido amigos que me han hecho reír, que me han venido hacer compañía, que han pasado unos días conmigo, otros me han secuestrado y me han sacado de paseo junto al mar para comernos un helado.

Me hicieron una gran pregunta:

.-Ana, de todo se aprende. ¿Qué has aprendido tu de todo esto?
-. Muchas cosas la verdad.
.- ¿Pero si tuvieras que quedarte con una? Con cual te quedarías.

No dudé en responder.

.- Que me puede más el amor que el rencor.
.-Que grande eso que has dicho Ana.
.- Es la verdad. Antes que cualquier  otro sentimiento hacia mi madre el primero es el amor y el segundo es el respeto.

Tras ese paseo junto al mar hubo un cambio en mi. Miré al horizonte, estiré la vista todo lo que las paredes de una casa no permiten ver. Aspiré el olor del mar. La brisa fresca que movía mi pelo.Sentir en la piel los rayos de sol tibios al caer la tarde.
¡¡¡Me sentí libre y feliz!!!
A partir de ahí me dije, Ana ya está bien, tienes que ser tu.
Y ese es mi intento cada día, mi camino hacía la cima de la montaña.

Me ha costado aceptar que mi madre envejece y su mente no es la misma. Ahora se que su hígado está intoxicando el cerebro y eso inflama el cerebelo y le impide ser ella misma.
Está tomado un tratamiento muy fuerte y ha habido episodios difíciles que son íntimos y el respeto me impide contarlos.
Pero el tratamiento está funcionando y va mejorando la situación, a veces está perdida y a veces es ella. Yo la ayudo en lo que puedo, me armo de paciencia y nunca tiro la toalla y no permito que ella la tire.

A veces me paso en mi protección, me cuesta entender que uno tiene el mismo derecho a decidir como debe morir y hasta cuando quiere luchar. Lo mismo que tiene el derecho a elegir como quiere vivir.
Pero poco a poco voy aceptándolo.


El día 3 de Julio recibimos en el aeropuerto a mi hijo y a mi nieta y estarán aquí hasta el 27 de agosto.
Su llegada ha sido como un viento fresco tras una ola de calor.


Cinco largos años hacía que no estábamos todos juntos y ahora con la pequeña Attenya solo tímida los primeros 10 minutos.
Una imagen vale más que mil palabras. Nuestra sonrisa lo dice todo.


Foto tomada por la tía Jenni que siempre está ahí junto a nosotros:
TODAAAAAAAAAAAA LA VIDAAAAAAAAAA 


Los cuñaos esperando la llegada del vuelo.
Todos emocionados y riéndose de Lilian y de mí jajajja de foto a foto.



La llegada a casa. Mi primera foto con mi nieta desde que tenía un mes de vida.
Se me ve la felicidad en la cara.


Ahora somos dos cómplices tremendas. No se separa de mi desde que llegó y a mi se me cae la baba.
¡Que me den un edredón pero de los gordos para limpiarme!
Jejejeje
Estoy de baja médica por depresión. Mi nieta es mi mejor medicina, me ha devuelto a la vida. A mis locuras jajajaja y nos hemos hecho un peinado de palmeras de muchos colores, una morena y una rubia.


Así que queridos lectores el lunes pido mi alta voluntaria porque yo no necesito ninguna unidad psiquiátrica como me han sugerido dos médicos. Mi respuesta fue primero a mi médico:

.- Yo lo que tengo es un agotamiento del carajo y un estrés que es un esveinte. No la necesito, me va a quitar un tiempo que no tengo. Tu haz lo que debas, si crees que tienes que darme el alta, de todas formas no puedo incorporarme a mi empresa todavía, mi madre me necesita y estoy intentando conseguir plaza en el Centro de día para las mañanas hasta el mediodía pero necesito que me cumplimentes estos formularios.

Me respondió:

.- Déjamelos aquí que yo te los relleno y pasas a buscarlos. Yo te mantengo la baja porque necesitas más tiempo. Pero veremos que te dice el Dr. de la mutua porque ya nos han dado un toque.
.-Tengo cita para mañana. Muchas gracias Luis.

Y fui a la mutua y me trató un nuevo médico. Un trato excelente. Una larga visita y una buena conversación. La misma sugerencia, unidad psiquiátrica.
Mi misma respuesta a lo que añadí:

.- Mándenme a un todo incluido donde no tenga que hacer nada, me sirvan, no necesite mirar el reloj  y duerma tranquila. Una semanita y vengo como nueva.
Discúlpeme que le dija Dr, hace años yo hice un viaje al interior, fue doloroso, pero me conozco muy bien. Pasé una depresión sola y salí sin decírselo a nadie por no preocuparles y no me mediqué.
Le pongo un ejemplo: Es como estar en un pozo de mierda (disculpe mi expresión) hasta el cuello. Te quedan dos posibilidades. Una, abrir la boca, tragar la mierda y ahogarte ene ella. Y la otra es, estirar el cuello como una jirafa, impulsarte y salir. Mirar el charco desde arriba y decidir que no piensas volver a entrar en él nunca más. Yo elegí la segunda.
Ahora doctor, discúlpeme de nuevo, yo le estoy sacando el dedo al charco y diciéndole: una mierdaaaaaaaaa vuelvo a caer ahí. Así que de esta salgo porque yo lo he decidido y no pienso ir a ninguna unidad psiquiátrica. Si lo considera conveniente me da el alta. Ya me incorporaré al mi empresa cuando pueda. Tengo una socia que es mi hermana y cuento con su apoyo siempre. Saldré de esta.

.- Eres muy fuerte, estoy seguro que sales de está como tu dices. Tu lo que necesitas es tiempo y te voy a dar un mes más hasta el día 22 de agosto.
.- Gracias Doctor.
.- Encantado de conocerte. - Me respondió.

Pero a mi eso de tener que ir constantemente al médico... no es lo mio. Así que voy a pedir el alta voluntaria y otro peso que me quito de encima.

El tiempo ayuda a reflexionar y con las reflexiones llegan las buenas energías y eres capaz de ver cosas que antes no veías porque otros dolores no te dejaban. Y hay personas a las que no puedes dejar por el camino. Que hay que hablar lo necesario y abrazarse fuerte primero para sentir antes de hablar que de eso ya habrá tiempo.

Mientras a las malas vibras les saco la lengua con mi nieta que me lo paso bomba.


Mi pizquito lindo Attenya, gracias por existir, quererme tanto en tan poco tiempo y demostrármelo todooooooooo el día.
TE AMO.