sábado, 7 de junio de 2014

La Dama de las mariposas.4º Capítulo: AL LÍMITE

Muchos días sin escribir con el estado de ánimo sube y baja como un ascensor. Las emociones a flor de piel, y esta jodía alarma que no se quiere apagar.

Cuando tengo ganas de escribir, no tengo tiempo. Y cuando tengo tiempo hay tantas cosas por hacer o estoy tan agotada…

Se juntan con mi estado de  ánimo pensamientos negativos,  cosas que prefiero no recordar porque me hacen daño y no ayudan. Y mi intención era y es guardar un recuerdo bonito reviviendo  su historia, que forma parte de la mía. Que en los bajos momentos esos recuerdos me ayudaran a sobrellevar está situación. Pero es difícil separar cuando no te sientes bien. Cuando estás optimista todo es más fácil.

Ya hace tiempo que mi tiempo no es mío y me está pasando factura. Mi vida aparcada y con tanto polvo como mi coche.
El tiempo se me ha hecho muy largo en este cautiverio donde me siento como una chacha sin que me regale una sonrisa, un buenos días, un cómo estás….. no hablemos de cariño.

Le ha dado por no hablarme, y sé que no le pasa nada a mi madre  que le impida hablar porque por la noche  no deja dormir a mi hija porque no para de hablar, así que no le pasa nada a sus cuerdas vocales.
Conmigo son jadeos constantes caras de sufrimiento, ojos en blanco, temblores…. La hago caminar dos pasos y tengo el corazón en la boca, parece que se me va a desmayar en los brazos.
Me está torturando psicológicamente y lo peor de todo es que yo me he dejado.
En mi desesperación le he preguntado si no me quiere y no me contesta.
Le digo:

-¿Tu me quieres? No sé porque no me hablas. Si me quisieras como yo te quiero a ti a una decima parte no te comportarías así conmigo.

Ni se inmuta, me mira y no me dice nada.

 Lo he probado todo y soy consciente que se aprovecha de mi cariño y de mi miedo y se ha pegado a mí como  una agarrapata. Esto de si me lo hace todo no se mueve de mi lado, si estoy malita estará pendiente de mi.
 Esto de que me quiera a su lado no es nuevo, yo siempre he sido muy activa socialmente y sé que eso siempre le ha molestado. Hubiera preferido tener la típica ama de casa a su ladito.
No ha mostrado nunca interés por mis actividades.  Siempre he tenido que metérselas delante de las narices y preguntarle para sacarle un par de palabras de opinión.

Estoy cansada, muy cansada, no sé si más psicológica y moralmente que físicamente. Me empujo sin ganas para seguir con la responsabilidad que me ha tocado.
 No hay ilusión cuando haces todo, vas con energía positiva y no te devuelven ni la sonrisa.
Me he convertido en una esponja que absorbe su negatividad y esto no encaja bien en mi cuerpo y menos en mi mente.

 Por las tarde me escapó arriba, a mi habitación, me quito de en medio pero lo oigo todo. Ando tan cansada que intento dormir algo pero no puedo, y concentrarme en escribir menos porque saldrían cosas que no quiero contar.

Escuchó como mi marido le hace hacer ejercicio.
 Pepe es la persona con más autodisciplina que conozco. Y se ha auto recuperado solo muchas veces con mucho deporte. Una pierna rota por tres sitios en un accidente de moto. Una caída por un ascensor, (esto es para contarlo, pero será otro día). Una operación de juanetes….¡Vamos un artista con las muletas!

Él conoce bien todas las partes del cuerpo, como trabajarlas. Si te hace un masaje te pilla todos los puntos. Si tienes algo montado te lo localiza.
 Hace artes marciales de toda la vida, es cinturón negro de Taekwondo 2º Dan. Tiene 62 años está en plena forma y sigue entrenando y dando clases a todo aquel que quiere aprender pero sin vacilones que para él esto es muy serio, es su forma de vida.

Es el fisioterapeuta particular de mi madre. Todo un lujo y gratis. Pepe la levanta la hace caminar, le enseña a respirar, tablas de ejerció sentada. Ejercicios de relajación….

Y sin piedad, no le deja que desfallezca. Tan pronto le canta y le baila, como le grita: (mi madre está bastante sorda, a veces para lo que le conviene, y es más terca que una mula)
-Ana, atenta, abre los ojos, mírame, así,, levanta la barbilla, no mires al suelo, un pie, venga sin arrástralo, levanta la rodilla, arriba, pie derecho, así ahora pie izquierdo, rodilla arriba sin mirar el suelo, venga paso más largo, te he dicho que no arrastres los pies etc etc….Y le hace caso a todo.

 A mi, ni flores. Ya me puedo cansar que pasa de mi un kilo, ni que me cabree.
Estoy al límite, emocionalmente me sostengo ya por los pelos. Puedo aguantar tensión por su gravedad, horas sin dormir haciendo guardia, puedo aprender nombres de medicamentos y para qué diablos sirven, puedo con muchas cosas pero no con que mi madre no me demuestre que me quiere. Tiene que ser su mente que no está bien, pero yo tampoco estoy bien.

Jueves 5 de junio. Desde las 7.30h hasta las 13.00 h solo he conseguido que desayune, lavarla y cambiarla y desayunar yo.
 Si no la he cambiado  veinte veces de sitio…. De la cama a su sillón. Ahora derecho, después reclinado, con cojines, sin cojines, con una almohada en la espalda, sin almohada. Al sofá. Derecha, sentada, acostada, delante, de lado, con reposa pies, sin reposa pies, ahora a la silla, luego al sofá…. Así toda la puñetera mañana. Y sin hablarme, por señas, o un Nooooo.

Me han llamado dos veces por teléfono y he tenido que pedir que se esperen porque se me iba a bajar del sillón o la silla. ¡Vamos, que lo único que me falta es que se rompa una cadera!

Eran llamadas de trabajo. Responsabilidades aparcadas. Procuran no molestarme con nada pero hay cosas que no pueden esperar. Soy presidenta de la comunidad del centro comercial en el que está ubicada mi empresa. Voy por el quinto año en el cargo. Muchas horas de trabajo sin remuneración, gratis.
Siempre he trabajado mucho de forma altruista, en diferentes temas, se ve que debo tener alma de voluntaria. Pero una cosa es una ONG (organización no gubernamental) y otra cosa una comunidad de un centro comercial de varias plantas con más de 190 propietarios que la mayoría no ayudan, al contrario dan problemas y solo se quejan como si fueran los únicos con derecho en el planeta.

Me llama el administrador de la comunidad, un empleado excelente, muy preparado y con iniciativa, además de un buen compañero de fatigas. Solemos tener desayunos de trabajo en mi oficina, y si no pide que me manden mi cafetito. ¡Más buena gente!

-. Hola Ana ¿me echabas de menos?

-. Jejeje pues si Luis. Dime, ¿qué fue?

-. No quería molestarte pero esto es importante y no me queda de otra, aunque sé que en estos momentos tú no estás para nada de la comunidad.

-. Como lo sabes Luis. No estoy para mi empresa voy a estar para la comunidad. Nadie es imprescindible y hay más miembros en la junta directiva.

-. Si pero esto no lo pueden solucionar ellos porque es algo personal tuyo, por eso te llamo. Acaba de llegar una citación del juzgado a tu nombre para que vayas a declarar en calidad de testigo y si no vas el juez te puede declarar en rebeldía.

-.¡ No me jodas!

-. ¡¡¡JEFA QUE FUE!!!

-.Perdona Luis, es lo que ya me faltaba. Perdona un momento.
 ¿A dónde vas mamá? ¡Te vas a caer, ponte bien, así, y estate quietita y déjame hablar por teléfono. ¿Qué no me oyes coño? ¡¡Que te vas a caer, estate quieta un rato por favor, déjame hablar que es una llamada importante!!!!_ Perdona es que me tiene loca. Dime de qué va el asunto.

Empieza a contarme y ni la pena vale mencionarlo porque son cosas entre dos vecinos que van a ver quién de los dos fastidia más al otro y a mí me meten por medio para que testifique en calidad de presidenta pero me citan por mi nombre, y yo ni si quiera estaba ahí.

Me enteré al día siguiente le pedí al administrador que los llamara y que aclarara el tema, poco más que lo mandan a la mierda. Así que un burofax a cada uno diciéndoles esto es lo que hay. Y ahora después de un año vienen y me citan en el mejor momento de mi vida.

Los dos propietarios enfrentados me conocen desde niña y conocen a mi familia y saben que soy la única hija y que mi madre vive conmigo. El que me cita me precedió en el cargo de presidente años antes y solo duró una año porque era un dictador y la gente no entró por ahí, yo intenté ayudarle como vocal en su junta pero ni me escuchaba, ni mi nombre me decía, solo “belleza” hasta que me cabreé y le dije un día:

-. Déjate de belleza que mi nombre es Ana. Tu eres un maleducado porque yo te escucho pero tú a mí no. Cuando empiezo hablar tú te pones hablarle al abogado, o con tu compañero de al lado, Que les quede claro a todos una cosa: Yo no soy mujer florero en mi casa, ni en mi empresa, y no lo voy a ser en esta junta. Cuando la asamblea general se reúna, contaré que en esta comunidad no hay democracia, que esto es una dictadura y el resto de la junta estamos de adorno. ¿Te quedó clarito?

  Y llegó el día de la asamblea y así lo hice, y no me lo ha perdonado. Por eso siempre que puede va a por mí.­

El de la otra parte, es presidente de otra comunidad en unos apartamentos, por lo qué podría ponerse en mi lugar también y entenderme, pero no, solo va a lo suyo. Tiene un local en mi pasillo y solo pasa a saludarme cuando necesita o quiere algo, de resto pasa por delante y a lo mejor ni hola. Y como lo tiene alquilado solo viene cuando necesita algo.

.- Luis dame el teléfono de Fulanito por favor que lo voy a llamar personalmente. (Ni nómbralo que a este le gusta más un juzgado que comer. Ya me citó en otra ocasión y tuve que ir a testificar, total para otra chorrada. Un jubilado con mucho tiempo y con más mala leche)

Me dan su móvil y lo llamo.

.- Hola Fulanito, soy Ana.

-. Hola mi niña como estás (lo de belleza ya le quedó claro)

- Pues no muy bien. Te llamo porque he recibido de tu parte una citación del juzgado para …..

- . Si es que la comunidad la tiene cogida conmigo porque no hacen las cosas bien etc…

-. No me digas eso que no es cierto, la comunidad contra ti no tiene nada y yo menos. Para mi todos los propietarios tiene los mismos derechos.

-. Mira yo no quiero discutir.

-. Y yo menos fulanito, no estoy en estos momentos para discusiones. Te llamo porque en estos momentos estoy en esta situación _ y le cuento, le entra por una oreja y le sale por la otra.

-. Si pero es que hacen las cosas muy mal…. Y bla bla bla

-.Perdona, yo no te pido que renuncies a tus derechos, solo te pido que hables con tu abogado y que pida que testifique otro miembro de la junta, el vicepresidente, la secretaria… o el administrador de la comunidad. O la abogada que tiene un poder para representarme. Tu sabes que mi madre vive conmigo, no tengo con quién dejarla para ir al juzgado.

-. Yo no pienso llamar a mi abogado para nada, llámalo tu si quieres cuéntale a ver qué te dice, tu lo conoces.

-. Mira, estoy sola en casa cuidando a mi madre, no le puedo quitar el ojo de encima. ¿Tú crees sinceramente que yo estoy ahora para buscar teléfonos y ponerme a localizar a tu abogado?

-. Pues si no puedes llevar el cargo dimite.

-. Ya no tengo nada más que habar contigo. Adiós. _ Y le colgué_

Que rabia y que coraje con este mierda de tío. ¡Qué falta de humanidad! Y eso que conoce a mi madre y ni me preguntó como estaba. Trabajar gratis para esto, joerrrrrrrrrrrrrr
¡¡¡Relájate Ana que te va a dar algo!!!!

Cuando llega mi marido, ya es la una, no hay comida hecha ni para mi madre ni para nosotros. Le cuento. Él me abraza.
-Relájate cariño, hazle algo de comer que yo me quedo con ella.

Ella comió su puré de verduras con pollo y nosotros de bocadillo.
 No tenía ganas de cocinar ni energías. Nos comimos el bocadillo y ni mi marido ni mi hija protestaron, al contrario ellos también hacen lo que sea por ayudarme. Gracias que los tengo a ellos, que si no….. por aquí ni aparece, ni llama nadie de la familia, solo mi cuñada, la hermana de Pepe desde  Las Palmas. Mary  Cruz es enfermera, y cuando tengo dudas ella me ayuda mucho, también es mi hermana, así la considero.
 Y como no, mis queridas amigas que son más que familia, ellas si no me dejan ni un día sola, como sea se comunican para ver qué tal estoy.

La familia no se elige, es la que te toca. O te quieren, te valoran, te respetan y tratan de entenderte o no, simplemente pasan de ti.
 O te juzgan sin molestarse en conocerte y te condenan sin escuchar tu parte de la historia.

 Pero a estas alturas si no han estado, ahora ya sobran. Para qué hipocresías, no es necesario, no hay nada que heredar para fingir. Así que si no han querido saber nada más, que se queden ya donde están que yo no los necesito. Que se ahorren llamadas y whatsApp fingidos. Mucho más las  visitas que ya no me apetecen. Son muchos años tragando porque para mí la familia es lo primero, pero ya me indigesté, ya no me cabe más dentro. Ya no estoy dispuesta a tragar más ni a soportar nada que me haga daño.
Nunca más les daré el poder de que puedan herirme ni con su ausencia.

Mi hermano ha vuelto a dejarme sola. Es un constante desde hace casi treinta años. Es como la isla de San Borondón que aparece y desaparece. Seis días con hoy que no sé nada de él.
¡Ole sus huevos!

. Pero  afortunadamente elegir a los amigos es un privilegió que yo ejerzo a diario. Tengo muy buenos amigos, que me quieren una pasada, me valoran, en ocasiones me piden hasta opinión y consejo. Tanta gente no puede estar equivocada.

 Mi conciencia está tranquila, yo también soy buena gente. Nunca quiero hacer daño a nadie, cuando me hacen daño me aparto, no intento devolverlo. Pero ya me cansé de tener paciencia y de justificar lo injustificable. Así que solo quiero vivir en paz. Necesito paz.

Mi corazón parece una caballo trotador últimamente, como si se me fuera a salir por la boca. Ya que pido hora al médico para mi madre para una revisión, pido también para mí, que me eche un vistazo.

Toda una aventura meter a mi madre en el coche. Llegar al centro, pedir una silla de ruedas y subirla a consulta. Fuimos los cuatro, le pedía a mi hija que ella también viniera y que llevara el coche, yo no estaba ni para conducir. Fui delante con ella y mi marido y mi madre detrás.
Dejamos a mi madre fuera con Lilian y entré con Pepe a la consulta. El médico me preguntó:

.—¿Cómo va  todo Ana?

-. Bueno, parece que ella mejor. Llevo anotado todo de estos últimos días, tensión, pulso, glucemia, medicación.

-. Buenos esto va muy bien. Falta regular más la glucemia pero cuando empiece hacer más ejercicio bajará. ¿Y usted cómo está, qué también me pidió cita?

 .- Yo fatal doctor, no puedo ni dormir con las pastillas que me mandó. Parece que el corazón se me va a salir por la boca cuando me acuesto. Siempre estoy asustada con la alarma puesta....

 Empiezo  a contarle, me rompo y comienzo a llorar si poder contenerme.

Diagnostico, DEPRESIÓN. Tratamiento y baja médica, así no puedo trabajar, no me concentro para facturas, impuestos… ahora mismo me viene grande.
Escribir es diferente, para mi es soltar lo que llevo dentro. Es pensar sobre un papel..

El médico me da unas pautas a seguir, habla conmigo y me aconseja de cómo cuidarme y como llevar a mi madre. Me dice que no afloje, que sea firme como Pepe con ella y que le ponga las cosas claras. Si es su mente lo que no funciona a ratos que no me lo tome como personal y que le de ordenes concretas y me imponga. Que no baje la guardia con ella.
Cariñosa cuando ella se enrolle para que vaya espabilando que tanto mimo no le va bien porque entonces no se mueve.

Me dice que tengo que salir al menos una hora al día. Que tengo la playa al lado, que me vaya a pasear a hacer ejercicio, a sacar al perro… pero que me despegue de ella un tiempo. Que a esa edad a veces son como niños caprichosos a los que no hay que seguirles el juego. Que no me lo tome como algo personal si no como un episodio que debemos controlar pero no permitir que me afecte hasta ese punto.

-. Yo no quiero pastillas doctor, no quiero mi mente abotargada.

-. Te hace falta tratamiento Ana.- me tutea creo por primera vez:- Esto que tú tienes no se va en dos días y con paseos nada más. Viene acumulado de largo, de sentirte con mucha presión y responsabilidad. Hay que aflojar. Necesitas una ayudita. Las pastillas que te voy a mandar no te van a dejar la mente abotargada como tú dices, ni te van a engordar, no temas, te van a dar la energía que necesitas para que tú te pongas en movimiento y te recuperes, que busques tus fuerzas para ser de nuevo tú.

Mi marido le dice:

-. Es que no es ella doctor. Mírela como está. Mi mujer no es así. Ella está mal. Lo está pasando fatal. Tiene usted toda la razón.

-. Doctor yo no quería hablar delante de mi madre por eso le pedí a mi hija que viniera y la dejé fuera con ella.

-. Vale, ahora hablo yo con su madre. Tranquila.

Entran las dos en la consulta. Y mi madre temblando ya con sus aaaaaa respirando por la boca como la que le va a dar algo, y el médico le dice:

-. A ver Ana ¿cómo está? Yo la veo mejor usted a ganado peso esta semana, muy bien, se ve que su hija la cuida bien.
 ¿Por qué está respirando así? No respire por la boca, respire por la nariz. Si yo hago lo que hace usted en dos minutos me caigo desmayado yo solo porque está expulsando todo el oxigeno.

Me mira el dr. Y me dice:

-. Cuando haga eso le ponen una bolsa de papel en la boca y que respiré ahí, así recupera el oxigeno que expulsa y no se marea y que habrá los ojos.

Se dirige a ella:
-. Bueno Ana a ver cómo están esos pulmones. _ la ausculta._ ¡Esto está muy bien! El corazón. ¡Estupendo! A ver la tensión.  ¡Está perfecta! Esta usted muy bien Ana, el azúcar en nada que camine y haga ejercicio como antes la baja, así que nada de cama y a caminar. La veo de aquí a una semana.

Se despide de nosotros, me da una palmadita en el hombro y me dice:

-. Mucho ánimo Ana, cuídate y hazme caso. ¿de acuerdo? No dejes de tomarte las pastillas y en 15 días quiero verte de nuevo y me cuentas.

Regresamos a casa tras pasar por la farmacia y por la ferretería a comprar una cámara nueva para la silla de ruedas que me trajo mi querida amiga Marigeli (Carlota) y en el taller nos la colocaron sobre la marcha.
 Ya tenemos silla por lo menos y guapísima hasta sombrilla tiene.

Al llegar a casa le cuento lo que me pasa y lo que me dijo el doctor, que me dio la baja por depresión. que yo no puedo soportar que ella no me hable y no me quiera y que por eso estoy así. No me dice nada.

-. Bueno como tú estás bien y yo te cuido. Pero yo estoy mal y si tu no me cuidas me voy a cuidar yo. Ahora te quedas aquí tranquilita en tu sillón que tu nieta está en casa y yo me voy a pasera al perro con mi marido.

.- Llévame a la cama.

-. ¡Para eso si me hablas! ¿Qué te crees qué soy tu chacha? Esto va a cambiar desde ya. Yo me voy a la calle de paseo y tú te quedas ahí. Cuando regrese irás caminando a la mesa a cenar. Luego al baño como una señora que ya está bien de limpiarte el culo, y después de todo eso te irás a la cama, antes no. ¿Te ha quedado claro? Me voy. Adiós.
Lilian por favor échale un ojo a tu abuela.

.- Tranquila mamá, vete con papa y disfruta del paseo, que no la dejo moverse de ahí. No tengas prisa que es temprano.

.- Gracias mi amor te quiero.

.- Y yo a ti mami, tienes que cuidarte porque a mí no me da la gana de verte así ¿VALE? Mi abuela tiene 84 años y ya vivió su vida, ahora te toca a ti. Si no se deja ayudar no me sale de los cojones que acabe contigo ¿te queda claro, no lo voy a consentir?

.-¡Claro nena tienes que cambiar el chip y ser tu de nuevo!

-. Os lo prometo, de verdad, a partir de ahora me voy a poner en mi sitio.

ME HE PUESTO LOS GALONES DE CAPITANA GENERAL
 Y NO ME LOS PIENSO A QUITAR. 
 ESTO VA A CAMBIAR COMO ANA QUE ME LLAMO.