viernes, 30 de mayo de 2014

La Dama de las mariposas. 3º Capítulo. IMPOTENCIA

 El día de la madre en el hospital

¿Existe algún sentimiento peor que la impotencia? Para mi es el peor de todos. Si le sumas el agotamiento físico, mental y moral se solidarizan y te llevan a la desesperación y la duda.

A qué ya no sepas si estás haciendo lo correcto o no. Y en todo este cóctel de sentimientos y sensaciones negativas se hace dueño y señor el desaliento.
Así me sentí esta mañana y terminé llorando como una niña desvalida y perdida que no encuentra el camino a casa.

Nunca me he sentido así como hoy. ¡Jamás! 
Ha sido algo tan nuevo en mi interior que me rompí sin poder evitarlo.

Ha habido personas que me han dicho que yo soy muy dura, muy fuerte. Porque he pasado por situaciones realmente duras, accidentes de mis hijos cuando eran pequeños y no hay nada peor que eso para una madre. Pero mi respuesta siempre es la misma.

-.¿Me queda de otra? Cuando ocurre, ocurre y no puedes hacer otra cosa que afrontarlo. No puedes o no debes mejor dicho, evadirte de la realidad. Y mi forma de mantenerme serena es controlarlo todo, si me dejan al margen es cuando se me ponen unos nervios en el estomago que parece que no quepo dentro de mi cuerpo.

Tal vez por eso dicen que soy fuerte, que soy dura. Pero es solo una coraza para protegerme.

Mientras mi mente esté funcionando y controlando la situación parece que solo sea cerebro. Nadie me ve derrumbarme. Estoy al tanto de todo, no duermo aunque esté en la cama a no ser que me rinda el agotamiento. Me despierto sobresaltada con la alarma las 24h en marcha. Ahí estoy, al pie del cañón mientras haga falta.

Mientras mi cerebro funcione sobrevivo.

Pero cuando todo pasa…. Cuando las cosas mejoran entonces me viene de golpe todo el agotamiento y es cuando yo hago ñiiiiummmmm plasssssss y me llega la bajona.  Pero claro ya la situación está calmada, ya no preocupa y todos se quedaron con la imagen de la Ana fuerte. Solo los míos, los que me conocen son conscientes de esto. Aun así a mi no me gusta mostrar totalmente como estoy por dentro.

Ha sido un mes de hospital menos dos días. Susto tras susto con mi madre. Y hoy ya son 9 días en casa.
El hospital fue agotador porque estábamos con ella las 24h. Yo siempre por las mañanas para poder hablar con el médico y me quedaba hasta las 4 o 5 de la tarde que llegaba mi marido o mi hija a relevarme. Y por las noches mi hermano.

Salió tan animada de hospital, en silla de ruedas pero feliz. Fue llegar a casa y agotarse. Y de ahí en vez de ir a mejor fue todo lo contrario. En el hospital caminaba, aquí a partir del segundo día ya no caminó.

Es como si la fortaleza que tuvo en el hospital la perdiera al cruzar el umbral de su casa y se relajara totalmente para mostrar su malestar y su agotamiento. (Me suena de algo, ahora que lo pienso ya sé a quién salí)

Tanto cambio de medicación que tenía que tomar durante 5 días parece que la tenía drogada y no tenía fuerzas. Durante todos estos días así lo entendí y esperé a que terminaran esos días y se redujera la burrada de pastillas, 8 en el desayuno y 4 en la cena, aparte de dos clases de insulina un aspirador en polvo, 2 inyecciones en la barriga y un liquido para las llagas de la boca a causa del oxigeno.....

Tuve paciencia, guardias y muchísimos cuidados para que se mejorara. Trabajo agotador el del cuidador de un anciano. No es lo mismo cambiar los pañales aun adulto que aun bebe. ¡Ni de coña! Pero ya tengo practica, va una adaptándose a los cambios.

En el hospital van tres auxiliares a cambiarla, en una cama que sube a su altura, y hay tres turnos durante el día.

En casa no tenemos esa cama tan práctica y la auxiliar-enfermera es una sola las 24h. He terminado fajándome porque ya no aguanto la cintura ni los riñones.
Los escrúpulos los he aparcado. Mierda es mierda y no es nada agradable aunque sea tu madre. Pero cuando existe la preocupación por mantenerla en vida te olvidas de la mierda, del olor, te pones unos guantes y le gastas bromas para que no se sienta mal por necesitar pañales y no se te pasa por la imaginación hacer una cara ni un gesto de asco porque el amor te puede.
¡Así es la vida!

Al reducir la medicación se la notó más lúcida, más ella. Hay que tener en cuenta que mi madre a sus 84 años leía todos los días antes de ir al hospital. Y en el hospital empecé leyendo le yo “EBANO, Ashanti”· del autor canario Alberto Vázquez Figueroa,  y los últimos días ella sola llegó a la mitad del libro.
Ayer por primera vez conseguimos levantarla y sacarla de la cama y que caminara unos pasitos.

Mi madre está delgadita, se quedó de 53 en 51kg con tanta cama que ya son 6 semanas ha perdido la poca masa muscular que tenía y no se aguanta la pobre. Todos estos días le hemos hecho en casa ejercicios en la cama y masajes con aceite de aloe para hidratar y tonificar sus piernas.

Durmió toda la noche tranquila por el ejercicio y me costó despertarla para tomarle la tensión y la glucemia, ponerle la insulina y darle el desayuno. Le cambié su pañal para que   desayunara limpita y todo el proceso hablando con ella, dándole conversación para espabilarla y con las cortinas abiertas para que entrara la luz.

Todo el rato sin que ella me dirigiera la palabra. Solo me miraba. Su mirada estaba vacía, muerta sin vida, sin expresión y me asusté.

Tomaba ya mucha menos medicación y desde ayer comió por primera vez sola desde que salió del hospital porque días atrás temblaba como una hoja. No controlaba y se mordía así que le dábamos todo en puré. La suerte es que nunca ha perdido el apetito y siempre se come todo. Por eso aguanta. Así que le di su desayuno para que comiera sola a ver que hacía.

Le preparé unas tostadas con queso freso de untar y una loncha de jamón y una taza de leche. Puse las tostadas en un plato de plástico de camping que le gusta a ella porque no le pesa y se lo di. Guardé la taza por si acaso.

La tenía incorporada con almohadas para evitar que se atragantara. Le pregunté:

-. ¿Tienes hambre mami?

Movió la cabeza para responderme afirmativamente pero no dijo nada. Seguía con la mirada perdida y mi mosqueo en aumento y me fui poniendo nerviosa.
Lo primero que hizo fue acercarse el plato a la boca e ir a darle un mordisco y le dije:

-. ¿Qué haces mamá?
-. Comer.
Me respondió molesta.
-. ¿Y te vas a comer el plato? ¿Los platos se comen mamá?
-. NO.
-.Entonces….
Balbucea:
-.¿Qué quieres qué haga?
Cuesta entenderla.
-. Pues que te comas las tostadas no el plato mamá.
Cogí una tostada y se la puse en la mano.
Comenzó a comérsela cerrando los ojos.
-. Mamá abre los ojos, no te duermas que estás comiendo.
Abría los ojos y seguía comiendo.
-.Mamá abre los ojos por favor, que no te duermas.
Y así durante todo el desayuno, la misma batalla contra el sueño.
Terminó de desayunar. En ese plan ni de coña conseguirá que se lavara los dientes. Le hice hacer gárgaras con el agua.
-.Mamá ahora te toca el aspirador, expulsa el aire y aspira. No, no, no soples, aspira, hacia adentro. Así venga. Ahora te voy a pichar en la barriga ¿vale? ¿Me dejas que te piche? Contéstame ¿por qué no me hablas mamá?
Seguía con los ojos abiertos y esa mirada perdida y vacía.
-. Mamá háblame por favor dime algo.
-. No se, no se…..
-. ¿Qué es lo que no sabes?
-. Ay déjame, no sé.
-. No, no te dejo mamá. Cuando tu fuiste al hospital a ti en tu cabeza no te pasaba nada. Despistes y alguna palabra que a veces te costaba encontrar pero nada más. Así que no te dejo porque yo quiero saber cómo funciona tu cabeza ¿Vale?

Mi inquietud, y preocupación iban en aumento. La tensión y el azúcar bien. Respirando sin problemas. Sin estar agotada, por lo tanto corazón bien. ¿Qué coño está pasando aquí? Y me iba poniendo cada vez más nerviosa.
Me senté a su lado en una silla junto a su cama.

-. A ver mamá, tienes que hablarme. En el hospital tu hablabas. Yo estaba contigo y conversabas. A veces te quedabas dormida, pero cuando te despertabas me sonreías y me decías:

-. Hola cariño. 

Hoy ni me has saludado. Ni los buenos días me has dado, ni un beso si quiera. 
Tu a las enfermeras y a todos los que te cuidaban les debas los buenos días y la buenas horas caramba y las gracias por todo.  Y a mí que soy tu hija y tanto te quiero y te cuido ¿no me vas a decir ni un hola?

Seguía mirándome y sin hablarme.

-. Mamí por favor dime algo.
-. Queeeee.- respondió impaciente, como enfadada y puso mala cara.
-.Cabreate conmigo pero no te voy a dejar dormir. Llevas más de 12 horas durmiendo. No es normal tanto sueño. Tienes menos medicación y tus constantes están bien. Ya dormirás más tarde, mira.- le muestro el reloj.-
 Solo llevamos aquí media hora, no puedes volver a dormirte.

Cogí una toalla, le moví la cabeza, se la puse de bajo y alrededor del cuello y cogí la botella de agua y con cuidado empecé a mojarle la cabeza y a repartir el agua con un suave masaje no sea que se me mareara.
Conseguí espabilarla. Se me había vuelto a escurrir cama abajo buscando la pose para dormir así que le dije:

-. A ver mami. A la de tres como otras veces y para arriba. Una dos y tres.

Y me hace la plancha y se me pone tiesa. 
¡Ay mi cintura, que me dejé arriba la faja coño!

-. A ver mamá. Sube las piernas, dobla las rodillas así. Primero una, luego la otra y a la de tres. Pero esta vez si ¿vale?
-.Si.
-. Estupendo, vamos arriba. ¡Ay no, del cuello no mamá! Espera por aquí, por mi brazo como siempre. Una, dos y tres.

Ufff ahora si, pero me tiene muerta.

-. Mamá. Escúchame, ¿me escuchas?

Mueve la cabeza y solo me mira de la misma forma.

-. Mamá estás mucho mejor, más regulada en todo. No se por qué estás así. Tus pulmones  están bien, los riñones bien, el corazón bien, comes bien, cagas bien, por lo que tu aparato digestivo funciona bien ¿entonces? ¿tu entiendes cuando te hablo?

Otra vez me mueve la cabeza.

-. Mamá saliste del hospital de estar tan malita... Ahora estás bien. ¿Por qué no quieres levantarte de la cama y ni si quiera hablarme? Va a venir tu nieto Willy desde Perú solo  para verte y para que conozcas a su hija en persona. Tu biznieta. Solo en un mes ya lo tienes aquí. ¿Quieres que te vea así en la cama? ¿Tampoco vas hablar con él? ¿Va a venir para eso? ¿Qué quieres que se lleve un disgusto tremendo y se eche a llorar?
-. No
-. Entonces mamá, habla conmigo pues.

Silencio.

-. ¿No quieres jugar con Attenya? ¿Aquí en la cama o en el parque?
-. Parque.

Pensé voy hacer preguntas sencillas y concretas a ver si responde, relájate Ana.

-. ¿En qué año naciste mamá?

 Silencio

-. Dime. ¿En qué año naciste?
-. No sé.
-. Piensa. Haz memoria. Tu siempre dices que vas con el año.
-. Déjame.

Por lo menos ha dicho algo.

-. No te dejo. A ver ¿qué edad tienes?

Después de un buen rato e insistir bastante.

-. Nueve.
-.¿Nueve años?  ¿Cómo que nueve años? Naciste en 1930. ¿En qué año estamos?
-. No sé.
-. En el 2014. Si naciste en 1930 tienes 84, no 9.
¿Quién vino de vacaciones a pasar la Navidad en casa?
-. No sé.
-. Francesca. ¿Sabes quién es Francesca?
-.No.
-. ¿Cómo qué no sabes quién es Francesca con lo que tu la quieres? Piensa.
-. No se déjame.

 Y vuelve a quedarse en silencio y ya no responde a nada por más que le digo. De impotencia me echo a llorar y me tapo la cara. Cuando la quito la veo a ella mirándome como si no me viera. Ya me rompo y le digo:

-. Mamá ¿cómo es posible que me veas llorar y no me digas nada, ni me toques, ni me consueles, ni me acaricies?

Y ya mi llanto era tan fuerte como el de una niña. Mi hija que duerme al lado se despertó y entró en la habitación.

-. ¿Qué pasa? ¿Qué tienes mamá? ¿Por qué lloras? ¿Le pasa algo a Yaya?
-.¡Mírala como está! Con la mirada perdida y no me habla, ni si quiera viéndome llorar. Eso no es normal. Yo no sé si llamar a una ambulancia y llevarla de nuevo al hospital porque ya no puedo más. No sé qué hacer. A lo mejor estoy haciendo mal teniéndola en casa.

A todo esto llorando desesperada y de una lado a otro de la casa.

-. Mamá cálmate por favor. Yaya está bien de salud. Tu la cuidas muy bien. Sabes que a ella le gusta mucho la cama  y es una dormilona. Y desde que ha llegado se ha derrotado y acomodado porque estás tu. Ayer caminó por primera vez y seguro está agotada déjala dormir.
-. Pero si ha desayunado y le he cambiado los pañales y le he hecho de todo con los ojos abiertos y ni buenos días me ha dicho.
-. Tu madre es sonámbula, Ya te lo he dicho. A mi por las noches me vuelve loca. Me llama y luego no sé lo que quiere ni atiende a nada. Solo dice incoherencias. Y me cuesta que se duerma porque por duerme todo el día. Hoy está hecha polvo má. Déjala que duerma. Vete arriba y descansa que tu estás agotada y por eso estás nerviosa.

Le hice caso. Le eché un último vistazo. Dormía. Y me fui llorando escaleras arriba con hipidos y todo.
Mi marido que estaba escuchando todo se estaba vistiendo para bajar. Y me dijo:

-. Tranquila cariño. No te pongas así.
-. Es que ya no puedo más.

Y me harte a llorar con la cara en la almohada. Me dejó tranquila que descargara. Dio la vuelta a la cama, se acerco, me acarició el pelo para consolarme, me dio un beso y bajó a controlar que todo fuera bien. Lloré hasta que no pude más.

 Me limpié la cara y comencé a respirar intentando relajarme.
Tenía que distraer mi mente. Pensar en otra cosa. Cogí el móvil y abrí el Facebook. Lo primero que encontré fue las fotos que subió mi nuera y las compartió en mi muro. ¡¡¡Gracias María Isabel!!

Dieciocho fotos que me alegraron el día. Eran casi todas del cumpleaños de mi hijo el 14 de mayo. Todos tan guapos  y tan felices. Mis nietas hermosas. Mi trastito Attenya, haciendo de las suyas y con esas carillas que pone.
 ¡¡¡Me hicieron cambiar el ánimo!!!

Bajé con el portátil y cuando conseguí despertar a mi madre casi a las 12 le planté el portátil delante y le enseñe las fotos y dijo:

-. Ay mi Francesca que linda está. Y mi Willy, cariño cuanto te quiero. Que guapa está María. Ay mi Attenya que bonita es y que grande está.
-. Máma ¿Cuántos años tiene Attenya?
-. ¿Tres?
-. Aun no, los cumple el 11 de septiembre.
-.¡Está grande!
-. Mamá, ¿me das un beso?
-. Si cariño. Mua mua mua mua

Y me dio mi mami muchos besos. Ya era otra vez ella. ¡Joder que susto! La vieja es sonámbula.

Y lo hablamos por la tarde cuando vino mi hermano y le conté. Él dice que en el hospital de noche también lo asustaba, que eso era lo que me contaba de cuando hablaba y se sentaba como buscando algo.

Y conseguí yo sola sacarla de la cama y llevarla a su sillón. Y comió sola. Y Se echó su siesta y allí la encontró mi hermano fuera de la cama.

Él viene todas las tardes sobre las 3 hasta la cena para que yo descanse y estar con ella. Ha aprendido a tomarle la tensión, el azúcar, a pincharle la insulina y a cambiarle los pañales a su madre. Es un buen hijo.

Ahora la levanta y la hace caminar pasito a pasito desde ayer. Hicimos video conferencia con Willy en Perú y la vio dando pasitos y la sonrisa le llegó a las orejas porque adora a su abuela. Su Yaya linda como él la llama.
La sentamos con la tablet y vio a su nieto y a su bisnieta y se rió y hasta le aplaudió a la Attenya cuando nos cantó.

Ceno bien sentada a la mesa por fin. Llegó pasito a pasito agarradita de las manos de su hijo y la sentamos en su sillón despacito y cenó todo ella solita.
Ya muy cansada la llevamos a la cama sentada en la silla de ruedas de mi escritorio. La acosté y la dejé dormida plácidamente y me subí a la cama y sentí ganas de escribir y empecé. Me hace mucho bien.

Hace un rato bajé a su ultima medición de glucemia y pichazo de insulina nocturno. La cambié y aun agotada me ayudó. Yo le hablaba de Willy y de la enana y de lo que haríamos cuando vinieran y ella no paró de sonreír lucida total. Medio dormida le hablaba y me contestaba bien.

 Le dije si quería un vaso de leche calentita y me dijo que sí. Se la llevé y se la tomó  con una pajita sin dejar de sonreír. Me la comí a besos y le dije:

-. Sueña cosas bonitas mi amor. Con Willy y con la Attenya y las vacaciones inolvidables tan lindas que vamos a pasar que ni tu nieto ni tu olvidaran nunca.

Sonrió.

-. ¿Me das un besito mamá.?

-Siii- sonriendo con los ojitos cerrados y me dio muchos.

-. Te quiero mucho mamá, que descanses
-. Yo también-.muy bajito, y se durmió.

Y yo subo y termino este capítulo feliz que subo sin releer, sin corregir, pero que me ha salido del alma. :-)

Buenas noches y felices sueños.
El día 20 de mayo de 2014 le dieron el alta.

lunes, 26 de mayo de 2014

“La Dama de las mariposas” 2º Capítulo MIS AMIGAS DE LA INFANCIA


Llevábamos tiempo con ganas de reunirnos. Y antes de Navidad fue la ocasión.
Tuve una reunión de esas como en las películas, jejeje que se juntan las amigas después de más de 20 años.....

 ¡Pues eso!  Gusanillos en el estómago de cómo nos veremos unas a las otras con el paso de los años. 
¿Y cómo nos vimos? ¡Pues divinas! jajajaja

Yo me llevé a mi hija conmigo de refuerzo jejejee. Las demás habían permanecido en contacto al vivir en el mismo sitio o sus familias seguir ahí, por lo que estaban al tanto de sus vidas.
 Yo me fui lejos y por una causa u otra se perdió el contacto, pero ahora no es ese el caso. El caso fue que nos vimos y lo pasamos genial como si hubiera sido ayer. Lo que era un almuerzo finalizó en una terraza  tomando café y agua hasta casi las 10 de la noche y muertas de risa.

Mi hija flipaba, se lo pasó muy bien con mis amigas. De vuelta a casa ella llevaba el coche y me decía:

-.Ay Má, ya sé a quién salgo yo jajajaja.


Conoció a tres de los hermanos Mallo, los mayores: Lusy, Kike y Mila.

 Kike y yo si teníamos contacto porque hace unos años nos encontramos por casualidad y desde entonces no lo hemos perdido. Su cumpleaños y mi aniversario de boda es el mismo día y siempre jugamos a ver quién felicita primero jejejeje
.
Un domingo me llamó y me dijo:

-. Espera que pongo el manos libres que te saludan.

Ahí estaban su hermana Lusy y Marily que habían ido a tomar café a su casa. Empezaron a charlar sobre los viejos tiempos y me nombraron.
Esta es Lusy. Todo dulzura. La responsable del grupo, la hermana mayor que intentaba frenarnos.
 Más buena gente.... más que el pan.
Y Kike dijo:

-. ¿Qué Ana? ¿Ana Rial? Un momento.

Me llamó y me dio la gran sorpresa. ¡Que alegría escuchar sus voces! 
De esa conversación a organizar algo para reunir a toda la pandilla fue un plis plas.

 ¡Que alegría mis amigas de la infancia organizándose para verme. Que ilusión y que nervios tuve toda esa semana.
Esta es Mila.

 Ella y yo hacíamos de las nuestras cuando nos íbamos con sus padres a su casa de campo al Zumacal.
Nos escapábamos a la fuente para ir a fumar un cigarro a escondidas. Eso si no nos pillaba el vecino de las vacas después del tremendo pateo hasta la fuente... va y aparecía por allí. Me parece escucharla:

.- ¡¡Cuidado, cuidado!! ¡¡¡Tíralo, tíralo que se chiva a mi padre y la hemos líao!!!

Mila es la tercera de los cinco hermanos, tenemos la misma edad, Lusy y Kike tienen pocos años más.
 Sus padres y mis padres eran muy amigos, (gallegos como mi padre) y nos criamos juntos  viviendo en el mismo edificio, ellos en el piso 16 y yo en el 6. Faltaron  a la reunión Carlos y Laura los dos hermanos pequeños.

Esta es Marily. 

A la reunión también vino Marily. A ella la conocí años más tarde  teniendo yo sobre los 14 y ella unos 16 más o menos. Vivía en el 8 y fuimos al mismo colegio cuando ella y su familia regresaron del Aaiún. Yo le presenté a la familia Mallo y a Lourdes y se unió a la pandilla. 
Tal vez la más introvertida, metida para adentro y le cuesta soltarse pero cuando sonríe se le ilumina la cara. Nos hemos reído mucho juntas y compartido muy buenos momentos.
 Y sus botas vaqueras que me las prestaba y su chilaba jejeee.

Aquí buscando fotos para presumir de nietos las dos jajaja

Lourdes fue mi primera amiga en el edificio “Virgen del Pino” en la Avda. de Escaleritas en Las Palmas a la que conocí a los 8 añitos y ella con 7.
Esta es Louuuuuurdes. Como la llamaba su tía María jajaja
¿A qué tiene cara de trasto?
Es que lo es jejejeje

Mi familia se mudó y yo me sentía muy sola pero eso duró poco porque en la misma semana se mudo ella en la puerta de al lado. Ella en la 5 y yo en la 6. Y nos convertimos en inseparables.

Lourdes estudiaba en un colegio de monjas, pero por la tarde cuando ya habíamos hecho los deberes nos reuníamos en su casa o en la mía a jugar con las “Nancis”.

Una imagen vale más que mil palabras.
 Se nos nota la emoción y la alegría del reencuentro.

Más tarde llegó mi bicicleta, su patineta y los intercambios. 
Y los patines… Por turnos, una montada en bici la otra colgada detrás con los patines y enfilando a toda leche cuesta “pá bajo” del garaje toooodaaaa empinada y sin asfaltar. ¡¡¡Dos loquetas atrevidas en potencia!!! Luego llegábamos hechas un Cristo temiendo escuchar a su tía María y a mi madre.

María: 
-.¡¡¡Vos no tienen fundamento!!!

Mí madre: 
-.¡Te lo dije el otro día. Castigada sin bicicleta y sin patines! .-Me decía mientras me curaba

-. ¡¡¡¡Ayyyy que pica!!!!.
-. Pues te aguantas, habértelo pensado antes de tirarte por ahí.  Siempre lo mismo con esta niña tan atrevida, un día te vas a partir la crisma.

Jajajaja  ¡Que tiempos aquellos! Para escribir un libro de trastadas. 


¡Cuanto me alegro de que nos hayamos reencontrado!

Yo tan loca y mi madre la persona más prudente y precavida que he conocido.
 Tuve bicicleta y patines por mi padre, ¡que si no….!


Está belleza es Mariloh. Bella por fuera y aun más por dentro.

A los 12 años conocí a mi amiga del alma Mariloh, otra sagitario como yo. Juntas somos la bomba. La risa. La comprensión. El entendimiento. La conexión aun en silencio. Y el amor, un amor grande y no perecedero.
Nunca más nos hemos vuelto a separar.  Juntas hasta la eternidad.
A veces por circunstancias hemos estado tiempo sin vernos ya que no vivimos cerca. Pero de corazón nunca nos hemos separado. 




Ella ha enseñado a sus hijos a quererme y mis hijos la adoran.
 ¿Que más se puede decir? 
Pues que soy muy afortunada y nos hemos hecho tías mutuamente.

Así conocí yo a Jenni, con gatos y siempre que podía descalza.

Siempre estuve a caballo entre la capital y el sur de la isla, concretamente el Municipio de Mogán. Y ahí conocí a mi otra hermana del alma Jenni. Las dos con 9 añitos. Ella americana recién llegada a la isla desde Mallorca, donde en el colegio de monjas le obligaron a aprender antes el mallorquín que el castellano. De madre alemana y padre ruso- emigrado a  Estados Unidos de América desde muy pequeño por lo tanto americano.

  Jenni no hablaba bien español, pero como niñas nos comunicábamos bien jugando al escondite y entre señas, español, mallorquín, catalán e inglés jejeje nos arreglábamos. Mis primeras palabras de inglés las aprendí con ella. Y mucho le enseñé a hablar español.    

Ejerciendo de tía con mis hijos toda la vida 

¡Las vueltas de la vida! Hoy las dos juntas tenemos una empresa de traducciones hace más de 18 años y ella es la mejor traductora e intérprete, la más profesional que podrán conocer.

Yo bajaba al sur los fines de semana y festivos, y así fue creciendo nuestra amistad. Hasta el punto de ella quedarse en Las Palmas en mi casa y yo en el sur en la suya. Ella comerse broncas de mis padres y yo de su madre. Vamos, familia total.

Mi padre fue marino mercante durante muchos años de mi infancia, pero cuando yo cumplí los once aproximadamente           
decidió quedarse a trabajar en tierra y disfrutar de la familia.

Le ofrecieron un buen trabajo en Puerto Rico cuando se inauguró el complejo de apartamentos Puerto  Plata (hoy en día cliente de nuestra empresa. Lo que digo, las vueltas que da la vida) .

Mi padre de jefe de cocina y mi madre de cajera del restaurante y nos desplazamos al sur de la isla conservando el piso de Escaleritas. Y ahí me hice vecina de mi querida amiga Jenni.

                                            
   Jenni en cabina en traducción simultanea.


En mi 48 cumpleaños.

 Y nuestra amistad y complicidad creció y sigue creciendo hasta el día de hoy. Juntas hemos descubierto la aventura de la vida y seguimos siendo muy aventureras y emprendedoras. Nos metemos en las mil y una.



Jenni y yo celebrando un aniversario de nuestra empresa

Un año más tarde nos volvimos a Las Palmas y mi padre  arrendó el restaurante de la casa regional “ La Casa de Galicia”, el bar del bingo en la segunda planta y el club juvenil de la tercera.
Yo le dije a mi padre que quería colaborar con la familia y trabajar. Y mi padre me respondió:

-. Tu trabajo es estudiar.
-. Pero yo estudio por la mañana y puedo trabajar por la tarde.
-. ¿Y los deberes?
-. También los puedo hacer por la tarde.
-. ¿Y qué quieres hacer?
-. Quiero llevar el Club Juvenil. Pero con una condición.
-. ¿Encima con condiciones? A ver.
-. Que tu no te metas para nada y me lo dejes llevar a mi aíre, pedidos y todo. Tu solo me das la lista de precios. Si me equivoco y lo hago mal, entonces me lo dices, pero siempre aparte por favor y yo lo corrijo ¿Vale?
-. Vale. A ver cómo te lo montas. Pero quiero buenas notas, Lo primero los estudios.
-. Papá entre semana a primera hora apenas vine nadie y después de comer los puedo hacer. Así por la tarde estoy con mis amigos. El resto los hago el viernes y el fin de semana me olvido.
-. A ver si es verdad.

Y llevé el Club Juvenil durante más de un año y medio. Allí aprendí la responsabilidad de llevar un negocio. Con el ejemplo de mis padres. Con un montón de personal y haciéndome responsable de la caja del restaurante alguna noche que no había tanto trabajo y mis padres se echaban una escapadita en plan novios a cenar por ahí. Ya me llevaba a casa mi hermano que también trabajaba de camarero en el restaurante y recién se había sacado el carné de conducir y había que aprovechar.

15 cumpleaños de Jenni en la casa de Galicia. 
Mi madre preciosa como siempre.

Yo encendiendo las velas bajo la atenta mirada de la cumpleañera y de Lusy.

Así que se iban a que les sirvieran a ellos para variar. Y a bailar un rato o escuchar música que mi padre no era muy bailarín. Pero por ella que tanto le gustaba bailar él se echaba un par de lentos y de paso le metía mano bajándola  hasta el culo para que ella le dijera toda apurada:

-. ¡¡¡Santy por favor!!! Que la gente nos está mirando.

Me parece verle a mi padre esa sonrisa maliciosa que empezaba por los ojillos diciéndole….

-. ¿Y qué tonta? Que miren jejejeejeje

Así era mi padre. Enamorado de ella hasta la médula. Su Señora. Se le llenaba la boca cuando la presentaba orgulloso. Y no era para menos. 

Mi madre siempre ha sido toda una señora en toda la extensión de la palabra. Discreta, educada, tanto en modales como en expresión corporal, ni decir en el habla, la corrección absoluta. De viejilla si ya suelta sus palabrotas cuando se cabrea porque ha tenido y tiene su genio.

Guapa, elegante y siempre bien arreglada. Totalmente conjuntada. De pelo impecable. Maquillaje justo y discreto. Y su zapato de tacón para sus piernas tan bonitas.

Siempre oliendo a perfume suave y discreto. No ha sido ni fumadora, ni bebedora ni tan si quiera tomadora de café. Esto último solo con las visitas y por cumplir.

Mujer valiente, moderna, adelantada a lo típico de su época. Inteligente y culta que siempre se dormía con un libro en las manos.

Mi madre venía a buscarme al colegio y yo oía a las niñas decir:

-. ¡Que guapa!

Y yo me llenaba de orgullo igual que mi padre.
Es que mi madre siempre ha sido muy guapa. Morruda, como le decía mi padre jejeje pero muy guapa la jodía.
De muestra esta foto. Mayo 2013. 83 años.

Ayyy que recuerdos….. que bonito que lo pueda recordar sonriendo.

Pues como iba diciendo… que ya soy abuela y se me va el baifo como dice mi hermano….

En la casa de Galicia reuní yo a todas mis amigas, las del edificio Virgen del Pino: Lourdes, Marily, Lusy y Mila. Y del cole a Mariloh. Y del sur a Jenni. 
Fui su lazo de unión y todas juntas formamos una pandilla muy guapa. Nos caíamos bien congeniábamos y nos queríamos todas mucho

Fue una época maravillosa de la que guardo un gran recuerdo. Y está tan viva en mi memoria que tendría mil y una anécdotas que contar.
  Me siento una persona muy afortunada por conservar amistades de tantos años tan vivas y cálidas.

A la comida de diciembre no pudieron venir Mariloh y Jenni por eso pensamos organizar otro encuentro. Esta vez en mi casa ya que todas querían ver a mi madre. Así que quedó pendiente una comidita jejejeje.


 4 de abril de 2014. La mañana de su 84 cumpleaños.
Posando la señora tan presumida ella.
Por la noche feliz con la tarta de cumpleaños que le hice sin azúcar.
Vacilándome mientras le hago una simpática sesión de fotos.

¿Guapa, a qué si?
¡Y no es amor de hija, que también!
Pero la  que es guapa es guapa.