miércoles, 1 de julio de 2009

A mis amigos

Que afortunada me siento de poder sentir que tengo amigos.
Amigos que te quieren y que te lo demuestran.
Amigos que te aceptan tal como eres.
Esos amigos que se convierten en compañeros durante el camino de la vida.
Es bonito compartir y no hacer el camino solos, eso seria muy triste.

Es hermoso poder tener con quien hablar de cualquier cosa, discutir si es necesario, pero siempre sin perdernos el respeto.
A veces hasta puedes enfadarte con ellos, pero eso significa que te importan, igual que tú a ellos.
No siempre se va a opinar igual en todo, eso seria muy aburrido.
De los amigos se aprende, se comparte, se construyen cosas juntos.
Siempre se recibe, pero es de lógica también dar.
El periodo de siembra es indispensable.

Me gusta pensar en la amistad como en un tesoro muy grande, tan valioso que no tiene precio, porque los amigos no se compran, se ganan.
A mí me gusta la amistad sin limite de tiempo y sin condiciones.

A veces ocurre que uno cree en la amistad de ciertas personas y luego resulta que se confundió, que esa amistad solo era un espejismo. Que lo que uno tomó y dio por amistad era una compañía eventual para determinados momentos.
Al primer momento duele, se esperaba otra cosa, pero la vida y las cosas no son siempre como uno cree ver, no es cuestión de quien dio más o quien defraudó a quien, solo es que es lo que es, sin más.

Pero eso nos hace valorar más a los que si son de verdad amigos, a esos que siempre están ahí y que les brilla la mirada de alegría cuando te ven.
La amistad es una sensación mágica, energías que se atraen.
Se puede dar entre personas tan distintas que a simple vista no hay un punto común, pero la magia surge con el tiempo.

Los verdaderos amigos se quieren y se respetan, sin respeto no hay relación posible.
Un amigo hay que aceptarlo con el paquete completo porque sino no hay amistad, ¡tal vez solo sea una alucinación!
Debemos ser realistas y darnos cuenta que tiene tanto derecho como ser humano a ser imperfecto al igual que uno mismo.

Que bueno es poder hablar con un amigo cuando uno lo necesita.
Saber escuchar cuando es él el que te necesita a ti.
Emocionarse y llorar juntos sin vergüenza y reírse hasta no poder más y tener que correr y pelear en broma para ser el primero para entrar al baño. ¡Vamos, mearse de la risa!

Ayudarnos mutuamente a crecer como personas.
La amistad es como un bebe, es muy delicada, hay que mimarla y cuidarla para que crezca y se haga grande, fuerte y sana.
Si se protege así no hay demasiados ladrones tan listos como para poder robarla.

No me gustaría vivir en un mundo sin amigos.
La amistad es necesaria para ser feliz.
¡Que pena de aquellas personas que no tienen ni un solo amigo!
Yo soy una persona muy rica, tengo muchos amigos.
Sin distinción de sexo, raza, posición, religión.....
Simple y grandemente, mis amigos.

Pensando en todos y cada uno de ellos he escrito estas líneas porque quiero que sepan cuanto valoro su amistad y cuanto los quiero.
Quiero que sepan que para mí son una parcela muy importante en mi vida, porque me llenan y me hace muy feliz poderles llamar así, amigos.

Por eso de una forma muy especial quiero desearles que pasen una muy Feliz Navidad en compañía de sus seres más queridos.
Que el próximo año 1998 llegue para todos nosotros lleno de alegría, amor, salud, felicidad, prosperidad y que nuestros deseos se vean cumplidos.
Gracias por ser mis amigos, por estar ahí, espero que nuestra amistad dure siempre y que podamos hacer juntos el camino de la vida que nos resta y que este sea muy largo para poder disfrutar más tiempo juntos.

Ya hace años que escribí estas líneas, pero tengo la gran fortuna de conservar a mis amigos por lo que puedo seguir dedicandoselo muchosssssssss años más.

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