sábado, 24 de mayo de 2014

Prólogo y 1º Capítulo: La Dama de las mariposas.:PAREDES VACÍAS

Prólogo
He decidido plantarle a la vida mi mejor sonrisa y alejarme de los malos pensamientos y los miedos que solo aturden el entendimiento y no te dejan actuar.
Quiero bien lejos esos comentarios derrotistas de gente que te cuenta enfermedades, penalidades y causas posibles de fallecimiento.
No voy a pensar en la muerte cuando hay una vida por la que luchar. No voy a desperdiciar energías que han de ser positivas ni atraer con malos pensamientos de lo que no deseo y que ocurrirá cuando tenga que ocurrir porque nadie es eterno.
Ahora solo pensaré en el día de hoy que es un regalo y en el próximo regalo que será mañana lo disfrutaré también cuando llegue.
Y me enfrentaré en su momento a lo que me tenga que enfrentar, pero no va ser ahora.
Mi hijo un día me dijo:
 -.Mamá te voy a prestar una peli porque escuché una frase y pensé en ti. Eso le gustará a mi madre. No te digo cual es porque cuando lo escuches lo sabrás.
Y me prestó “KUNFU PANDA”
¡¡¡¡¡Y CLARO QUE SUPE ENSEGUIDA A QUE SE REFERÍA MI HIJO CUANDO LO ESCUCHÉ!!!

“El pasado es historia. El futuro es un misterio. Y el presente es un regalo, por eso se llama presente.”
“La Dama de las mariposas”

1º Capítulo
PAREDES VACÍAS

-          -.Mira no hay nada.

-          Y me señala la pared. Y yo miro la tv que está pagada.

-          -. ¿En dónde mamá?
-          -. Ahí
-          -. ¿Y qué le pasa a la pared?
-          -. Está vacía.
-          ¿La televisión? ¿Quieres qué te ponga la tele?
-          -. No. No hay mariposas.

-          Sonrío.

-          -. Estamos en el hospital San Roque Meloneras mama´. Esta es la habitación del hospital cariño. Mira que ventana tan grande tienes y que palmera tan enorme y tan bonita.

-          Ella mira la ventana, sonríe mirando la palmera, luego me mira y me dice:

-          -. Sí, pero no hay mariposas.
-          -Cuando lleguemos a casa y estés en tu habitación estarás con tus mariposas para que te hagan compañía y velen tu sueño. Tu ponte buena pronto que ellas te están esperando mi amor.

-          Mueve la cabeza esbozando media sonrisa asintiendo. No sé si el asentimiento es de sí vale,  o de no me queda nada….
-          Han sido ya muchos días de hospital, mucha medicación en ese cuerpecito frágil de 51 kg. Muchas pruebas, mucho trajín de aquí para ya. De que te muevo aunque tú no tengas fuerzas porque hay que hacerte esto y lo otro. Y venga a levantarla de la cama a la silla, de la silla a  la camilla y vuelta a la silla, y pasillo arriba y pasillo abajo y de vuelta a su cama. Todo esto levantándola por aquí y por allá. A ella que le duele todo si la agarras muy fuerte para llevarla del brazo.
-          Llenita de moratones por todas partes y de picotazos de tanta vía.

-          Pero ahí está como le llamo yo, “Mi pajarito que es una roca” con sus recién estrenados 84 abriles.
-          En casa es un ¡Ay! constante apenas la rozas. Y aquí no ha abierto su boquita no sea que la dejen fija. Jajajajajajaa aun inconsciente que lista, fuerte y valiente eres madre.
-          Tu mente abotargada por tanta medicación  y el sube y baja de tensión y glucemia que pareces un ascensor chiquilla sigue echando de menos sus mariposas.

-          Te miro y pienso. Tu puedes mamá y yo estoy aquí a tu lado para ayudarte. Hemos pasado ya por cosas muy duras y mírate  aquí estás para contarlo.
-          Mi pajarito que ha sobrevivido ya dos veces al cáncer  El primero de útero en 1998 con radioterapia incluida.  El segundo de hígado en el 2008. ¡Vaya susto!, pensé que era una metástasis y al final era independiente del otro a causa de una hepatitis de la que nunca te enteraste.
     Te hicieron la operación más agresiva porque aguantaste como una campeona en quirófano casi  5 horas. Tras regresar un mes después a casa al poco empezaste a sentirte mal y pensé que te me apagabas como una velita y corrimos contigo de nuevo al hospital. Infección generalizada… trombos en los pulmones y yo que se qué más. Casi no contamos contigo, pero cinco semanas más tarde ya estábamos de nuevo en casa. Estuviste muy débil, pero volviste a recuperar tu independencia y a salir sola a la calle a pasear, a comprar, a la piscina….

-          Eres una  dama luchadora que nadie se imagina lo fuerte que eres por tu aspecto tan frágil. Vas ganándole la batalla  a la vida día a día y cumpliendo maravillosas primaveras.
-          Como yo te digo má, cada día es un regalo. Ya verás que vas a seguir teniendo muchos regalos y yo estaré a tu lado para disfrutarlos contigo.
-          Pronto te llevaré con tus mariposas. Esas de tu cuarto que son casi tan bonitas como las que tú me pintabas cuando era niña, hermosas, con bellos dibujos y preciosos colores.
-          ¡Cuánto te quiero mi viejita linda!