domingo, 14 de noviembre de 2010

Gran Canaria, mi isla bonita

Cercados de Araña

 Al fondo la presa de CHIRA

 Mi Gran Canaria., me acogiste en mi tierna infancia cuando en un  avión llegaba con miedo temiendo que fuera un islote como el de los tebeos que leía mi hermano y yo pensaba que a donde me iban a llevar.
Recuerdo que suspiré aliviada cuando abrieron la puerta del avión y vi que cabía más gente que un naúfrago y que el avión no se salía de la isla para ir a parar al agua.
Sufrí una época de incomprensión cuando con 7 años no sabía ni quién habían sido los Reyes godos y niños que tenían menos idea que yo me perseguían y acusaban de goda y leía pintadas de "fuera godos"
Y yo me preguntaba quién eran  esos godos que tanto se debían parecer a mi y que diablos habrían hecho para que les tuvieran tanta manía.

 Pero esa época pasó, y yo planté cara con carácter cuando hizo falta y me integré e hice amigos rápidamente.
En esta isla crecí, me eduqué, me enamoré....



 Sí, me enamoré, de sus paisajes, de sus montañas, de su luz, de su mar, de su costa.
De este pequeño continente en miniatura que cambia a medida que avanzas unos pocos kilómetros y parece que ya no estás en el mismo sitio, todo cambia, el clima, el paisaje, la vegetación.
 Y también me enamore de sus gentes.
Nobles, acogedoras, sencillas, educadas.
Esa educación del canarión antiguo, que aunque no sepa leer ni escribir y haya nacido en las montañas o en la costa, tiene una educación exquisita en el trato.
Educación que muchos universitarios no tienen.
Que aunque si tengan cultura, porque son cosas muy diferentes,  a veces no van unidas tristemente.
Gente que te abre su casa y su corazón, que comparte su comida.
Gente que no tiene nada que ver con los que de niña me llamaban goda.
Esa otra gente que era más ignorante aun que yo, que no sabía lo que me decían.
Gente que enseñaba a sus hijos esa ignorancia y ese desprecio por él que no conocen sin darle una oportunidad y que hablan por hablar aunque no conozcan de historia.
Pero que no dejé que me influyeran para nada en hacer amigos y en sentirme una canaria más, orgullosa de su tierra, que es la mía porque la llevo en el corazón.

 Nacida en Barcelona y turista en mi tierra.
Mi asignatura pendiente, conocer Barcelona como conozco Gran Canaria.
Amo mis raíces, catalanas y gallegas.
Pero más de una vez me he preguntado que hubiera sido de mi vida si hubiera crecido en Barcelona.
Me encanta esa ciudad y volveré siempre que pueda para recuperar ese trocito de mi corazón que se quedó allí a mis cortos 7 años.
 Canaria por vocación.
Casada con un canario y madre de dos canarios más
 Me he ganado a pulso el titulo de canaria que llevo con orgullo donde quiera que voy.
Porque esta también es mi tierra.
 ¡Hasta mi chucho es canario!
Que se pensó que el limo era cesped y se cayó dentro de la presa jajajaja

Mi tierra, mis montañas, su luz.
Ayer me llenaron de paz y devolvieron energía.
¡GRACIAS MI ISLA BONITA!