viernes, 24 de julio de 2009

Feliz Santo Papá

Querido Papá,
mañana es el día de tu Santo,
me gustaría poder felicitarte personalmente,
darte una abrazo muy fuerte y muchos besos, pero no puedo.......
¡Y te echo tanto de menos!
que por eso siento esta necesidad de escribirte.

Me siento inquieta,
me gustaría poder vaciar estos sentimientos que llevo por dentro.
Es una mezcla de nostalgia, ausencia, impotencia, pena.....
porque no estés aquí y hace tanto tiempo que faltas.

Yo no soy de ir a cementerios a llevar flores y recordar ahí a los muertos.
Pienso que el cuerpo es solo una funda que está de paso.
Que mi padre no es lo que dejé allí.
Mi padre es otra cosa.
Es energía, esencia, sonrisas, calor humano,
y todo lo que me dejaste en la mente y en el corazón.

Me dejaste muchas cosas aunque te fuiste demasiado pronto.
El amor a la familia que para mi es lo primero.
El ser solidaria y pensar en los demás,
ser consciente que uno no está solo en el mundo.
Porque siempre te vi ayudar a los demás,
tenías un corazón muy grande.
Eras capaz de quitarte un pan de la boca para dárselo a otro.
Tu capacidad de lucha y de no darte por vencido fácilmente.
Gracias a tu ejemplo si hoy me preguntan si se hacer algo,
no digo que no, contesto:
aprendo muy rápido.
Tu alma viajera se quedó conmigo, la heredé.
Hasta cocinar, que me encanta inventar y no te dio tiempo a verlo.
La radio que tanto te gustaba y te dormías siempre escuchándola....
Hubo un tiempo que hice unos programas como voluntaria,
donde descubrí que me sentía libre
y disfrutaba mucho comunicándome con quien quisiera escuchar.
Hoy que igual que tu me aventuré a montar una empresa,
en tantas ocasiones me gustaría poder contar con tu consejo,
por tantas cosas me vienes a la memoria a diario......
que siempre te siento conmigo.

Por eso digo que no voy a un cementerio, no me hace falta.
Estás en casa, en la oficina .... y en mi corazón por siempre.

Voy a tratar que los recuerdos, los hermosos,
me hagan sacar la sonrisa y me sacuda está tristeza que tengo esta tarde.

Recuerdo de toda la vida como celebrábamos nuestros santos en familia.
Dos Santiagos y dos Anas, 25v y 26 de julio.
Dos días seguidos de fiesta y ya se acabaron los santos hasta el próximo año.

Te encantaba meterte en la cocina a preparar de todo,
siempre te parecía poco,
al final había comida para un regimiento.
Por eso el día de Santa Ana ya no teníamos que preparar nada
y después de la juerga de día de Santiago nos tirábamos a la bartola.
Lo pasábamos muy bien los cuatro juntos,
era divertido programar esos dos días de fiesta.
Había mucha ilusión y mucho amor.
Calor familiar del bueno.

Otro recuerdo me viene ahora a la mente,
cuando fuimos a la nieve e hicimos un muñeco y guerra de bolas,
terminamos revolcándonos por la nieve,
y luego pusimos juntos el muñeco encima del capó del coche.

Cuando estaba embarazada y me senté en tus piernas
haciéndote la pelota para que me compraras el bañador de premamá y Mamá decía:
Mira la mimosa que hasta le cambia la voz cuando le habla a su padre.

Tu cara cuando nació mi hijo, tu primer nieto,
esa sonrisita nerviosa y los ojitos brillantes y húmedos.

¡Ay Papí que ya lo conseguiste,
que ya me salió la sonrisa en los ojos, en la cara y en el corazón, ¡GRACIAS!

Quiero que sepas que se que aunque no te vea no te has ido,
estás aquí ahora, en este momento porque yo te siento aquí conmigo.

Que aunque a veces me de esa bajona por echarte de menos,
al final aflora mi alma positiva y se que velas por mi,
que nunca me dejaras sola
y que me seguirás cuidando hasta que sea una viejecita.

Te quiero mucho Papí, y te deseo un feliz Santo,
te prometo no estar triste ni mañana ni pasado ¿vale?
Y también te prometo que procuraré que Mamí esté feliz en tu Santo y en el nuestro.

Un beso muy grande de tu niña que te quiere mucho.

PDT.
¡Felicidades hermano, que pases un día muy feliz Santy, te quiero!

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